Ahorra energía viviendo en una ‘passivhaus’

Tener la temperatura adecuada dentro de casa suele ser complicado, esto se nota en parte por los materiales que usamos en nuestras puertas y ventanas. Algunos tipos de ventanas, como las ventanas de PVC por ejemplo, ayudan a conservar mejor la temperatura interior.

Aún así, normalmente, nos ayudamos de calefacción o estufas en invierno y de ventiladores y aires acondicionados en verano. Lo cual hace que las facturas de suministros se disparen de una u otra manera.

Lo ideal sería estar a temperaturas adecuadas tanto en verano como en invierno sin que lo notemos tanto en las facturas. Esta situación suele pasar por la construcción de las viviendas en si mismas.

En la mayoría de construcciones antiguas no se tenían en cuenta ciertos aspectos y se solía mirar más la resistencia de los materiales y la durabilidad, que la eficiencia energética. Pero existen otro tipo de construcciones que mejoran mucho la eficiencia energética y conservan todas las necesidades básicas de un hogar.

El concepto de passivhaus o casa pasiva no es nada nuevo, apareció ya en los años 80 en Alemania como evolución de las casas de bajo consumo energético.

Características de las passivhaus

Este tipo de construcciones tienen como característica principal que deben mantener unas condiciones atmosféricas ideales en el interior, que son entre un 70% a un 90% superior que en una vivienda convencional.

Para ello, las viviendas deben construirse de manera que se aproveche al máximo la luz y la radiación solar. El tipo de aislamiento tiene que ser muy alto y deben tener un sistema de renovación de aire que permita la ventilación pero con recuperación de calor.

En Alemania, el Instituto Passivhaus se encarga de conceder un exigente certificado de eficiencia energética que, actualmente, sólo tienen unos 32.000 edificios en todo el mundo.

Un estándar de eficiencia energética

Como tantos otros certificados, el Passivhaus tiene definidos una serie de criterios que deben cumplirse para que la construcción pueda obtener dicha certificación.

Se ha establecido un sistema de puntuación que debe sumar un factor mínimo y que tiene en cuenta los siguientes criterios:

  • Súper aislamiento en paredes, suelos y cubierta.
  • La orientación de la vivienda para aprovechar la radiación del sol y la ventilación
  • Ventilación cruzada durante el verano
  • Eliminación de puentes térmicos
  • Estanqueidad de la edificación
  • Puertas y ventanas de alta precisión.

Además de estos criterios, el certificado Passivhaus tiene en cuenta las particularidades climáticas de cada zona. 

En la zona mediterránea se tiene en cuenta mucho más la alta incidencia del sol en verano y el hecho que no hay una gran variación de la temperatura diurna y nocturna en invierno.

En cambio, en un clima frío las casas pasivas deben ser más estancas, con un interior totalmente hermético para no dejar escapar el calor que se genera en el interior y, así, calentar toda la vivienda con mucha menos energía. Además, el sistema de ventilación favorece que el calor se mantenga gracias aun sistema de ventilación mecánica muy eficiente, que permite la renovación del aire sin perder poder calorífico.

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