Cuando pensamos en un hogar, nos imaginamos un sitio confortable y acogedor. Invertimos un tiempo y dinero en lograr que así sea a través de la decoración de la casa: los muebles, el color de las paredes, las puertas PVC, las ventanas, etc. A menudo nos olvidamos de una parte muy importante: cómo se ve nuestra casa por fuera. La entrada de una casa puede hablar de la misma por sí sola. Algunos países, como Irlanda, tienen por costumbre poner una puerta de entrada de colores que contraste con el resto de la fachada de la casa. Sin duda, esto le aporta mucha personalidad. Si quieres darle un toque creativo y más personal a tu casa, puedes optar por cambiar tus puertas y ventanas por unas de PVC de colores más llamativos.
Beneficios de elegir PVC
El PVC es un material plástico, compuesto esencialmente de sales. Es un material muy versátil y podemos verlo en multitud de objetos. Desde puertas y ventanas hasta tuberías. Además, cuenta con la opción de poder presentarse en distintos colores, algo que resulta interesante si estás pensando en darle un nuevo aire a tu casa.
Elegir puertas y ventanas de PVC es un sinfín de beneficios. Es un material duradero y resistente: aguanta sin problema cualquier tipo de impacto y el paso del tiempo sin modificar su estructura, así que no tendrás que preocuparte de cambiarla en muchos años. Es una inversión para prácticamente toda la vida, pues no requiere ningún tipo de mantenimiento especial, más allá de agua y jabón, lo que supone un gran ahorro económico y, a la vez, ecológico. Además, debido a su composición plástica, es impermeable y resistente al fuego. En caso de incendio, el fuego se apaga en cuanto cesa la fuente de calor.
Ahorro económico y ecológico
La resistencia y durabilidad del PVC hacen que no sea necesario fabricar tantísimos productos, pues la vida de los productos fabricados con PVC suele ser bastante larga. Además, su producción es bastante económica, por lo que el precio que paga el consumidor es mucho menor al que suele pagar por otro tipo de materiales como aluminio o madera. Por si fuera poco, el PVC es reciclable: una vez se da por finalizada la vida del producto, éste se puede convertir hasta diez veces en una nueva partida de PVC para dar lugar a otro producto nuevo.
Aislamiento térmico y acústico
Este tipo de material es uno de los mejores materiales para proporcionarle a tu hogar el aislamiento que necesita, ya sea térmico como acústico. Ya no tendrás que preocuparte ni del frío en invierno, ni del calor en verano, ni del sonido de los coches por las noches, pues este material es mucho más aislante que otros materiales convencionales como la madera. Puede cerrar cualquier estancia de la casa -o la casa en su conjunto- herméticamente, lo que supone un gran beneficio para los integrantes de ésta en cuanto a seguridad.
Dónde instalar PVC
La versatilidad de este material hace posibles múltiples combinaciones, aunque las más comunes en una casa son las puertas, tanto la de entrada como las de las diferentes habitaciones; y las ventanas, ya sean exteriores o para separar estancias.
Puertas de PVC
Puertas de entrada a la casa de diferentes colores, puertas para las habitaciones que simulan la madera o puertas para entrar y salir del balcón. Las hay de muchos tipos: correderas, las que se abren de manera horizontal deslizándose sobre un eje determinado; practicables, las que cuentan con dos posibilidades distintas de apertura, vertical u horizontal; y batientes, las que giran en torno a un eje de rotación que se encuentra a uno de los dos lados.
Ventanas de PVC
Además de las puertas, también podemos encontrar este material en la fabricación de ventanas. Las podemos ver practicables, muy comunes en los dormitorios; oscilobatientes, sobre todo para baños que dan a exterior y cocinas; correderas y plegables, para salidas a balcones o terrazas.
